miércoles, octubre 04, 2006

El higo más dulce

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El Sr. Bibot era un dentista que vivía en un pequeño departamento junto con Marcel, su pequeño perro que hacía de mascota pero que podríamos reconocer más bien como su víctima, si observamos el carácter obsesivo, rígido y profundamente egoísta de este personaje. Un buen día, luego de hacerse de rogar, accede a atender a una anciana. Después de auscultarla, con una sonrisa que anuncia su secreto placer por el dolor ajeno, le extrae una muela. Finalmente la anciana, que no tiene dinero, le paga el favor con dos higos que anuncia como mágicos porque tienen la facultad de cumplir los sueños. El pasmo de Bibot deja rápidamente paso a su ira y expulsa a la anciana sin las pastillas contra el dolor que le prometiera. Esa tarde que llega a su casa decide comerse uno de los higos antes de irse a la cama y a la mañana siguiente, luego de un reponedor descanso, sale a dar un paseo con Marcel.

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Caminando por las calles de París y propinándole fuertes tirones a Marcel cada vez que este se detenía a disfrutar de algún olor particularmente interesante, observa su reflejo en el ventanal de un restaurante para ver con espanto que se encontraba en ropa interior. En su huída nadie se detiene a observarlo porque todos están absortos viendo como la torre Eiffel se dobla como si estuviera hecha de goma, exactamente como lo soñara todo la noche anterior el Sr. Bibot. Obviamente no iba a desperdiciar el segundo higo. Se toma unos día antes de comérselo para entrenarse mentalmente y provocarse el sueño soñado de convertirse en el hombre más rico del mundo, pero cuando se siente preparado y está a punto de zamparse el dulce fruto, Marcel, como movido por las secretas indicaciones de Némesis, actúa de manera inesperada dándole a la historia un no menos inesperado y feliz final.

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Este álbum ilustrado es bastante representativo de la obra general de Chris van Allsburg, (a diferencia de “Mal día en Río Seco” que reseñáramos también en este blog), porque presenta el tipo de ilustraciones al que nos ha tenido acostumbrados: trazos con lápices en tonos grises y marrones, muy realistas y de ricos detalles. El contrapunto entre el discurso textual y el gráfico se da con cierta intensidad en toda la obra. Si bien podemos apreciar que el texto mantiene siempre cierta hegemonía al momento de contar la historia, la narración gráfica cobra importancia porque nos introduce con destreza en las personalidades de cada uno de los protagonistas, Esto se logra con las imágenes de ambos, del dentista y de la mascota, pero también nos enteramos sobre ellos a través de sus objetos y su entorno: la imagen de un departamento ordenado y pulcro hasta el extremo nos habla con mucha claridad sobre la obsesiva personalidad de su dueño.

Ya hemos dado algunos datos biográficos del autor y hemos mencionado varios de los premios y del reconocimiento que se ha ganado a pulso con toda su obra. El título que acabamos de presentar es un buen representante de esta interesante producción y debería ser un imprescindible en toda biblioteca.

Autor: Chris van Allsburg.
Editorial: FCE.
Precio: S/. 47 (con el 15% de descuento si se compra en efectivo).
Edad: de 4 años en adelante.

14 comentarios:

  1. Anónimo8:53 a.m.

    te califico la historia mas mala del mundo

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  2. Anónimo8:55 a.m.

    hola soy andre y me parecio fabulosa la historia gracias por compartir la historia

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  3. Anónimo6:55 p.m.

    es un muy bn libro

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  4. Anónimo10:24 p.m.

    aaah suena biiieen!! =)

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  5. Anónimo10:41 p.m.

    las imágenes contienes mas mensajes "ocultos" hay que observarlas muy bien.

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  6. Anónimo7:03 p.m.

    muy bonita....

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  7. Anónimo9:17 a.m.

    me lo an leido en clase y mola mucho pero creo k es demasiado imaginativo

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  8. Anónimo8:00 p.m.

    uff me recuerda mi infacia gracias la buscaba por todas partes..

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