viernes, febrero 02, 2007
Zoológico
Paseo por el Zoológico por partida doble.
Un papá, una mamá y dos niños: una familia, es la protagonista de este álbum ilustrado. La trama aparenta ser muy sencilla: un paseo por el zoológico observando a los diferentes animales salvajes; sin embargo, la historia se enriquece enormemente gracias a la capacidad narrativa de las ilustraciones. Es a partir de éstas que nos adentramos en las personalidades de cada uno de los miembros de la familia. El padre siempre presto a imponer su autoridad y explayar un dudoso sentido del humor y la madre con un velo de tristeza probablemente producto de una especial sensibilidad.
La efectividad de las ilustraciones es inmediata y el partido que toman por cada uno de los personajes es claro como el agua. Cuando se nos menciona, (a los lectores), que el padre hace bromas que sólo a él le provocan risa, la ilustración que acompaña este texto nos muestra el primer plano de la cara del padre, con los ojos cerrados y llorando de risa (hasta ahí nada que el texto no haya mencionado) pero si se observa mejor se verán hirsutos pelos que le salen de los oídos y otros de la nariz que se confunden con su bigote y dientes ciertamente amarillentos. La ilustración nos hace fácil por lo tanto tomar partido por los protagonistas, sentir rechazo por algunos y empatía por otros lo que, en definitiva, nos permite también entrar en la historia y gozarla más plenamente.
El álbum tiene un buen contrapunto entre el texto y la ilustración. En una ocasión cuando el texto hace referencia a esa tendencia autoritaria que tenemos los adultos para con los niños, (esa que se define tan bien en la repetida respuesta “porque lo digo yo”), la ilustración nos muestra al padre en un contrapicado en el que se ve cómo las nubes dibujan tras su cabeza dos cuernos de diablo. Esa posición en contra de los adultos que tiene Roald Dahl en casi todas sus obras, se observa también en Anthony Browne, pero específicamente con la figura paterna. (Además de este álbum también se puede observar en otro titulado “Los Cerdos”).
La narrativa gráfica también nos permite conocer al público que asiste al zoológico y que de alguna manera ridiculiza y expone sin pudor ante los ojos del lector. Por lo tanto este recorrido por el zoológico termina siendo más un paseo por la manada humana que asiste a sus parques. Una maravillosa y divertida historia que resume una especial sensibilidad para con los animales y que se expresa en una pregunta que nos dirige el narrador al final del álbum: “¿ ustedes creen que los animales sueñan?”; pero esta historia también presenta otra idea fuerza: la de que la diferencia entre los hombres y animales tiene una delgada y difusa línea de separación y que muchas veces el verdadero espectáculo en el zoológico se da del otro lado de las rejas.
Antes de terminar quiero mencionar una idea que sugieren siempre las obras de Anthony Browne: que en un álbum ilustrado la narrativa textual y gráfica se complementan perfectamente y de diferentes maneras, (a veces profundizando información, ofreciendo nueva o, inclusive, dando una información contraria), pero que no existe una narrativa que manifiesta una jerarquía superior, que lleve la batuta. Tal vez en eso consista la posibilidad de contar con un álbum ilustrado que se acerque a la perfección: en la complementariedad profunda y horizontal de dos narrativas que desde sus diversas posibilidades y recursos nos cuentan una misma historia.
Título: Zoológico
Autor: Anthony Browne
Editorial: FEC
Librería: FCE
Edad: a partir de 4 años
Precio: S/. 40 (S/. 34 si se paga en efectivo)
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